Hemos buscado en las historias de los estudios de hierbas para usted. Hoy en día, vivimos en una época en la que prevalecen las medicinas manufacturadas y las prescripciones, pero ¿tienen que ser el único enfoque para la curación?
Incluso con todas estas opciones de ingeniería al alcance de la mano, mucha gente se encuentra volviendo a las plantas medicinales y para ver propiedades buscan información en distintos medios digitales.
De hecho, a principios del siglo XXI, el 11% de las 252 medicinas consideradas «básicas y esenciales» por la Organización Mundial de la Salud eran «exclusivamente de origen vegetal floral». Drogas como la codeína, la quinina y la morfina contienen ingredientes de origen vegetal.
Mientras que estas drogas manufacturadas se han convertido ciertamente en algo primordial en nuestras vidas, puede ser reconfortante saber que el poder de la naturaleza está de nuestro lado, y que estas opciones de hierbas están disponibles para complementar nuestras prácticas de salud.
Gingko
Como una de las especies de árboles más antiguas, el gingko es también una de las plantas homeopáticas más antiguas y una hierba clave en la medicina china. Las hojas se utilizan para crear cápsulas, tabletas y extractos, y cuando se secan, se pueden consumir como té.
Es tal vez más conocida por su capacidad para mejorar la salud del cerebro. Los estudios dicen que el gingko puede tratar a pacientes con demencia leve a moderada – Fuente Confiable, y puede retardar la disminución de la cognición en la demencia y la enfermedad de Alzheimer.
Investigaciones recientes están investigando un componente que puede ayudar a la diabetes, y sigue habiendo más estudios, incluyendo un estudio en animales que dice que puede influir en la curación de los huesos.
Aceite de onagra
La flor de la onagra, de un amarillo vibrante, produce un aceite que se cree que alivia los síntomas del síndrome premenstrual y de enfermedades de la piel como el eccema.
Los estudios disponibles sobre este aceite tienden a estar por todo el mapa, pero hay estudios que son más fuertes que otros. Por ejemplo, algunos estudios han descubierto que el aceite de onagra tiene propiedades antiinflamatorias. Se sabe que ayuda en condiciones como la dermatitis atópica y la neuropatía diabética. También puede ayudar con otros problemas de salud, como el dolor de pecho.
Investigaciones recientes apuntan a mejorar la calidad de vida de los pacientes con esclerosis múltiple -Fuente Confiable-, cambiar las hormonas y la sensibilidad a la insulina en aquellos que tratan con el síndrome de ovario poliquístico, y usarlo tópicamente para mejorar la dermatitis leve.
Aceite del árbol del té
El árbol del té, que es nativo de Australia, produce un aceite que desde hace mucho tiempo se cree que es beneficioso para las condiciones de la piel, incluyendo el acné leve, el pie de atleta, las pequeñas heridas, la caspa, las picaduras de insectos y otras condiciones inflamatorias de la piel.
Es necesario seguir estudiando el uso del acné y del cuero cabelludo, pero por ahora, hay un cierto grado de investigación sobre los superpoderes antimicrobianos del aceite del árbol del té en las heridas e infecciones tópicas.
Un estudio reciente dijo que el aceite del árbol del té ralentizaba el crecimiento de los microbios causantes del acné. Se usa comúnmente como un aceite esencial altamente concentrado.
Equinácea
La equinácea es mucho más que esas bonitas coneflores púrpuras que se ven en los jardines. Estas flores se han usado durante siglos como medicina en forma de tés, jugos y extractos. Hoy en día, se pueden tomar como polvos o suplementos.
El uso más conocido de la equinácea es acortar los síntomas del resfrío común Fuente confiable, pero se necesitan más estudios para verificar este beneficio y entender cómo la equinácea aumenta la inmunidad cuando un virus está presente.
Generalmente, salvo algunos efectos secundarios potenciales, la equinácea es relativamente segura. Aunque necesita más pruebas, siempre puede elegir usarla si espera ver que sus síntomas de resfrío terminen más rápidamente.
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